martes, 7 de octubre de 2014

Lola & Lo

Con este lugar pasa  como con los buenos amigos, que no llegas hasta ellos si no te los presentan. Y luego se convierten en incondicionales. En aquellos a los que acudes cuando tienes una buena noticia que compartir. O un mal día y necesitas desahogarte, que te escuchen y que te den eso que sabes que no vas a encontrar en otro sitio. O cuando llevas tiempo fuera, sin verles,  y quieres saber qué hay de nuevo. O comprobar que, afortunadamente, nada en esencia ha cambiado.

 Este lugar tomó el legado del cuartel general, que era mi casa. Un piso con azotea en el centro del barrio de Gracia de Barcelona. Donde se celebraban las alegrías, se intervenían las dudas en la barra de la cocina cual mesa de operaciones y se acababa siempre riendo y con una moraleja en la pizarra.

Este lugar tomó el relevo hace 3 años. Y ha mejorado la marca. Primero, porque no hay que ganar a pulso ninguna apuesta para que haya Voll Damm fría en la nevera. Segundo, porque no hace falta quedar para encontrar allí a alguien de la familia. Y tercero, porque no sé si es que al cumplir ella su sueño ha hecho que se cumplan los del resto.

El Lola & Lo abrió la persiana cuando yo cerré la puerta de mi casa y puse rumbo a un viaje que cambiaría mi vida. Allí celebramos mi despedida, mis 30 años, el vermut de Nochebuena que acabó en merienda. Allí, ese día, me acompañó la persona por la que, sin saberlo, me marché de Barcelona. Allí brindamos por una nueva etapa profesional más lejos todavía. Y diseccionamos las dudas en la barra, como hacíamos en La Chocita, cuando decidí volver donde hoy está mi hogar. Allí, con unos Pat, unas copas de  Gesamí y una 0,0% brindamos por la mejor noticia que he recibido jamás: que íbamos a ser padres.

Se han cumplido mis sueños en estos 3 años, y algunos de ellos ni había llegado a soñarlos. Y muchos más, que seguro ellas tampoco. El Lola & Lo abrió la persiana a la vez que una de nosotras “se tiraba de la moto”, como ella bromea, para conocer al fisioterapeuta con el que hoy comparte su vida; en esa época, la más dulce de nosotras construía su nuevo hogar (todo DiY, por supuesto); poco después, una valiente se lanzaba al Canal de la Mancha y se convertía en toda una Lady; el 25 de julio del año pasado la más pequeña del grupo casi casi nace en el 52 de la calle Valldonzella; ese verano una femme fatale desconocida  hasta entonces nos sorprendía en el grupo y aprendía a reinventarse a sí misma; y hace tan sólo unos días, la pizarra se convertía en una invitación de boda improvisada…

Con el apoyo de sus incondicionales y, sobre todo, con su esfuerzo las 24 horas del día y de la noche, Lola -a la que si entras en un día de mucha faena verás con cara de pocos amigos, pero que te servirá lo que a ti más te gusta sin necesidad de pedírselo- ha hecho posible que podamos compartir estos únicos momentos y los que están por venir.


Per molts anys Lola&Lo! 


lunes, 6 de octubre de 2014

Con equipaje frágil

En  mi baúl desde hace 9 meses también viaja ella.

Es María y la conoceremos a final de este mes. Nos cambiará la vida. Y la forma de viajar, indudablemente! Aunque sólo sea porque tendremos que cargar con más trastos! De hecho, ya nos ha cambiado la vida. Desde el día que con un buen desayuno lo celebrábamos, o ya tratábamos de coger fuerzas, en uno de nuestros rincones favoritos de Valencia: la playa.

Y de hecho, estas vacaciones ya han sido algo distintas. Con 2 kilos de peso extra en mi baúl de marsupial no podía patear calles y calles a pleno sol durante horas, por buena forma en la que me encuentre. Ni arriesgarme a visitar un país lejano en cuanto a distancia, costumbres y modus vivendi. Llamadme antigua o precavida, sí. Así que optamos por unas vacaciones de descanso, turismo sin fatiga, playa y buenos alimentos: LANZAROTE.

DESCANSO: suena a paradoja esperando una bebé, pero nos alojamos en un hotel “sólo para adultos”. Una moda que está proliferando bastante. Sabíamos que hasta que nos queramos separar de ella por primera vez un par de días, esta iba a ser nuestra última oportunidad de no tener a "ningún loco bajito", como dice Serrat, alrededor chapoteando en la piscina o correteando por el buffet del hotel. El silencio era lo que iban buscando todas las parejas que allí se alojaban.

H10 Timanfaya Palace: un 4 estrellas situado en Playa Blanca. Tipo resort con varias piscinas ambientadas con palmeras, bares, actividades todos los días de la semana, varios restaurantes… Que poco aprovechamos, la verdad. Si eres de los que te gusta viajar con la pulserita del todo incluido puesta, es perfecto. Si lo tuyo es hacer un buen desayuno en el buffet y pasar todo el día fuera, pues lo disfrutarás menos, como nos pasó a nosotros. Un régimen de media pensión es ideal para cuando por la noche, ya cansado, toca retiro. (Creo que lo de llegar, ducharse y de nuevo a la gresca hasta las 6 de la mañana... Ya no me va!)

La cena era de una temática diferente cada día: oriental, mejicana, italiana, canaria, como no! Muy rica en general. Y después, una copa en el bar-piano-biblioteca (en mi caso 0,0%) o una caminata por el paseo… 

Playa Blanca es una zona muy turística, de tiendas de souvenirs y pubs para alemanes e irlandeses. 
Así que mejor pasar el día descubriendo los encantos de la isla con el TURISMO SIN FATIGA. 

Lo he llamado así porque Lanzarote tiene las atracciones justas que ver para poder tomártelo con calma en 5 días. El volcán Timanfaya, los Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes, el Mirador y la Casa de César Manrique. Hay entradas combinadas que salen a cuenta por 26 euros y te permiten visitar 4 de los lugares. Al volcán accedes y lo recorres en bus. Y el resto de visitas, alguna guiada como la de la Cueva, no son demasiado largas.













En coche merece la pena recorrer esas “carreteras lunares”. De punta a punta de la isla se tarda una hora aproximadamente. Admirar la Geria con sus viñedos. Acercarse al mercadillo de Teguise el domingo.  Pasar una mañana en Arrecife. Si es la del sábado, en la zona comercial hay un mercadillo en el que conseguir perfumes a buen precio si sabes regatear.



PLAYAS: la mayoría son volcánicas, de arena negra y piedra. 


Sobre todo hacia en norte. Poco resguardadas del fuerte viento que sopla siempre y con un mar bravo. Como la Playa de Famara, paraje de surfistas y de pocos bañistas. Al suroeste, la Playa del Janubio.



Las hay también de arena fina y dorada. Las 5 que acoge la indicación Playas del Papagayo. Están al sur, al lado de Playa Blanca. Sin servicios. Rodeadas de peñones donde cobijarse del viento.

También en Puerto del Carmen a la altura de la oficina de turismo próxima a la calle César Manrique hay algunas calitas. En este caso servicios a gogó. Puerto del Carmen es una zona muy turística. En Punta Mujeres hay piscinas naturales, con su escalera para bajar al agua.


Pero para playas, Isla Graciosa. Un ferry desde Orzola, por 20 euros ida y vuelta, sale cada hora. Para los que hayáis estado en Formentera, es algo similar a Ses Illetes. Sólo un pequeño conjunto de casas y algunos bares al llegar a puerto. Luego tienes que caminar y caminar y no hay nada más que playas chulas. Si te diriges hacia el sur, bordeando la costa, cuando la marea está a medias, se forman unas piscinas naturales (sí, soy fan de estos fenómenos) entre rocas. Si continúas andando llegas a la Playa Francesca o a la del Risco, a unos 50 minutos de puerto.


En la isla se pueden alquilar bicis y recorrerla por los caminos de tierra habilitados. Lo idóneo si quieres pasar el día allí es llevar una mochila con provisiones. Y a poder ser, un buen gorro, pamela, sombrilla… Lo que estéis dispuestos a cargar!


BUENOS ALIMENTOS:  el mojo rojo y el verde, los pescados autóctonos como el Cherne o la Vieja, el vino blanco de la tierra, las lapas, las papas arrugás…


¿Dónde? En Arrieta, El Amanecer. Lástima porque estaba cerrado cuando fuimos. Pero si lo recomiendan mis amigos Jose y Sergio (éste último autóctono) sin duda se come buen pescado fresco  y a buen precio. Otra recomendación que nos dieron en esta zona es El marinero.

Pero a nosotros nos hizo las delicias un mini bar esquinero, aparentemente “cutre”, con una terracita cara al mar. El Pisquito. Un plato combinado con pescado típico de la isla, papas arrugás con mojo rojo y verde, bebida y postre por 30 euros los dos.

En Puerto del Carmen comimos en el Restaurante La Ola. Un local día y noche, chill out, con sishas, cara al mar, con tumbonas para tomarte una copa al sol, con brunch los domingos… Dos platos estilo oriental, muy ricos, bebida y café: 40 euros los dos. Barato no es. Pagas el sitio.

En El Golfo, La Lapa. Es el segundo restaurante que hay entrando al pueblo, a mano derecha. Muy recomendable. Una parrillada de 5 pesacados diferentes, bebida, postre y café por 45 euros ambos. El trato, muy amable. También nos han hablado muy bien de Costa Azul para tomar un buen arroz con bogavante. Pero es algo más caro.


En Arrecife fuimos a Naia, de Mikel Otaegui. Está en El Charco de San Ginés. Es un restaurante muy agradable, pequeñito, con vistas al Charco, con terraza. El arroz cremoso con setas y espárragos trigueros está para chuparse los dedos! Con un entrante y dos platos o varias cositas para compartir ya haces. Unos 40 y pico euros por pareja. También se puede ir a Casa Gynory (tasca), La Raspa y La Bulla. Habrá que volver para probarlos!



Consejos: contratar un transfer cuando hagáis la reserva del hotel o 2 días antes de llegar a la isla. O bien apañároslas cuando lleguéis al aeropuerto para compartir taxi, que es lo que hicimos nosotros. No es lo mismo pagar 50 que 20, no?

El aeropuerto es pequeño pero hay mucho movimiento. Con lo cual conviene ir con tiempo. Y para alquilar un coche, la mejor opción para recorrer la isla porque no se estilan las motos (quizá por el viento), las compañías locales son las más económicas (Cabrera Medina, PayLess).

Protección solar en crema y gorro a todas horas. Aunque esté nublo, el sol quema! (Suena a consejo maternal, ¿verdad? Será lo blanca que soy o que llevar a María aquí dentro ya causa estragos!)
Y chicas,  imprescindible en el neceser gomas de pelo y horquillas. El viento de 40 km/h constante hace que te olvides de ir bien peinada! Consejo frivolón, sí!


Completito el post, no? Jaja! No dudéis en comentar y ampliar la información para futuros viajeros! ;-)